Encuentra respuestas a preguntas comunes sobre la esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica (MASH) y la salud del hígado para que puedas APRENDER, HABLAR y COMPARTIR HOY con confianza.
MASH es una forma avanzada de la enfermedad del hígado graso, que está asociada a una acumulación excesiva de grasa en el hígado. Con el tiempo, este exceso de grasa puede causar inflamación, lo que daña las células del hígado. Esta inflamación y el daño indican que la enfermedad del hígado graso evolucionó a MASH. Si crees que podrías estar en riesgo de desarrollar MASH, habla con tu profesional de la salud acerca de si deberías hacerte un examen de detección.
Aprende más sobre cómo la enfermedad del hígado graso evoluciona a MASH.
La aspartato aminotransferasa (AST) y la alanina aminotransferasa (ALT) son dos enzimas que se encuentran principalmente en el hígado. Cuando una prueba de sangre muestra niveles sostenidos más altos de lo normal de AST y ALT, esto puede indicar que existe un problema en el hígado, como MASH.
Si tu análisis de sangre muestra enzimas del hígado, como AST o ALT, constantemente elevadas o aumentadas, no dudes en preguntarle a tu profesional de la salud si deberías hacerte un examen de detección.
Es importante recordar que podrías tener enfermedad del hígado graso o MASH incluso si las enzimas hepáticas no están elevadas.
El hígado, a diferencia de otros órganos, no siempre avisa cuando algo está mal. A veces, los síntomas de la enfermedad del hígado graso o de MASH pueden ser difíciles de detectar. De hecho, algunas personas con MASH no presentan síntomas antes de recibir un diagnóstico. Las personas que informaron síntomas antes de recibir un diagnóstico de MASH tuvieron fatiga, náuseas, pérdida del apetito, dolor abdominal o hinchazón abdominal.
Conocer los factores de riesgo de MASH es la mejor manera de saber cuándo es el momento de hablar con tu profesional de la salud acerca de si deberías hacerte un examen para detectar MASH. Hay algunas enfermedades que están asociadas a MASH:
Además, algunas personas, como las de ascendencia hispana o asiática con factores genéticos específicos, también pueden tener un riesgo más alto de desarrollar enfermedad del hígado graso, la cual puede evolucionar a MASH. Si tienes cualquiera de estas enfermedades, pregúntale a tu profesional de la salud si deberías hacerte un examen para detectar MASH.
MASH se produce por una disfunción metabólica, un término que se utiliza para describir cómo los nutrientes, como las grasas y los carbohidratos, se procesan y distribuyen de manera diferente de como deberían en todo el cuerpo. MASH está influenciada por factores que no puedes controlar (como los antecedentes familiares) y por factores que pueden ser difíciles de controlar (como la dieta, los niveles de actividad y ciertas enfermedades).
Si tienes cualquiera de estas enfermedades, pregúntale a tu profesional de la salud si deberías hacerte un examen para detectar MASH.
Aprende más sobre cómo la enfermedad del hígado graso evoluciona a MASH.
Cuando se trata a tiempo, el daño al hígado derivado de MASH puede detenerse o incluso revertirse. Habla con tu profesional de la salud acerca de un plan a largo plazo para el tratamiento de MASH, que incluya posibles modificaciones en el estilo de vida u otras terapias.
Aprende más sobre cómo crear tu propio plan de tratamiento de MASH.
Con el tiempo, MASH puede causar daño al hígado y traer consecuencias potencialmente mortales, como ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, cáncer de hígado o cirrosis, que pueden ocasionar insuficiencia hepática o la necesidad de un trasplante de hígado. De hecho, si no se trata, MASH puede acortar la esperanza de vida de una persona. La mejor manera de evitar estos resultados es cumplir con tu plan de tratamiento de MASH y hacer un seguimiento periódicamente con tu profesional de la salud para que este pueda seguir vigilando la salud de tu hígado.
La cirrosis se produce cuando la cicatrización del hígado se vuelve grave y evita que el hígado funcione con normalidad. Aunque puede estar asociada al consumo excesivo de alcohol, las personas que viven con MASH pueden desarrollar cirrosis incluso si no beben alcohol. Es importante que continúes haciendo un seguimiento con tu profesional de la salud y vigiles la salud de tu hígado.
Habla con tu profesional de la salud sobre cómo hacerte un examen para detectar MASH. A menudo, el examen comienza con la determinación del puntaje FIB-4, un cálculo sencillo que ayuda a evaluar el riesgo de desarrollar una cicatrización avanzada del hígado, también conocida como fibrosis. Si es necesario, un segundo paso consiste en realizar un tipo más específico de prueba no invasiva para evaluar mejor el riesgo.
Aprende más sobre el proceso de detección de MASH y cómo comenzar.
Habla con tu profesional de la salud acerca de si deberías hacerte un examen para detectar MASH tan pronto como sepas que tienes uno o más factores de riesgo de MASH. Si te diagnostican MASH y recibes tratamiento en sus etapas iniciales, podrás detener o incluso revertir el daño al hígado.
Aprende más sobre las señales, los síntomas y los factores de riesgo de MASH.
Ya haces mucho por tu salud en general; no te detengas ni dejes de lado la salud de tu hígado. Si crees que podrías estar en riesgo de desarrollar la enfermedad del hígado graso o MASH, pregúntale a tu profesional de la salud si deberías hacerte un examen.
Si necesitas obtener ayuda para iniciar esta conversación, consulta la Guía para hablar con tu doctor.
Si ya estás en tratamiento por otras enfermedades, es comprensible que lo último que quieras sea agregar otra a la lista. Sin embargo, es importante saber cómo ciertas enfermedades pueden aumentar tu riesgo de desarrollar MASH. MASH y las enfermedades que afectan tu salud metabólica y cardíaca están estrechamente relacionadas. En tu próxima cita, pregúntale a tu profesional de la salud si deberías hacerte un examen para detectar MASH en caso de que tengas lo siguiente:
Aprende más sobre las enfermedades que se consideran factores de riesgo de MASH.
Si tienes enfermedad del hígado graso, puede ser el momento de volver a revisar tu hígado. La velocidad de empeoramiento varía, pero algunas personas han evolucionado rápidamente de la ausencia de cicatrización a la fibrosis avanzada en 6 años*. Con el tiempo, MASH puede causar daño al hígado y traer consecuencias potencialmente mortales, como ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, cáncer de hígado o cirrosis, que pueden ocasionar insuficiencia hepática o la necesidad de un trasplante de hígado. De hecho, si no se trata, MASH puede acortar la esperanza de vida de una persona. Con pruebas periódicas, tú y tu profesional de la salud pueden controlar la salud de tu hígado y trabajar para prevenir futuras complicaciones. La American Association for the Study of Liver Diseases sugiere que, en función de los factores de riesgo, es posible que te vuelvan a evaluar cada 1 a 3 años.
*Datos combinados de 52 pacientes de diversos estudios.
Aprende más sobre las señales, los síntomas y los factores de riesgo de MASH.
Puedes preguntarle a tu proveedor de atención primaria o a un especialista (endocrinólogo, gastroenterólogo, hepatólogo, cardiólogo, etc.) acerca de tus factores de riesgo de MASH. Si es necesario, ellos pueden solicitar algunas de las pruebas iniciales necesarias para la detección.
Encuentra a un profesional de la salud cerca de ti que trate MASH.
Cuando MASH se atiende en una etapa inicial, el daño al hígado puede detenerse o incluso revertirse.
Trabaja con tu profesional de la salud para desarrollar un plan de tratamiento de MASH personalizado que pueda adaptarse a medida que tus necesidades de salud cambien con el tiempo. También puede resultarte beneficioso consultar a un nutricionista que te ayude con una orientación sobre alimentación. Los componentes clave de tu plan pueden incluir lo siguiente:
Aprende más sobre cómo crear tu propio plan de tratamiento de MASH.
A las personas con MASH se les suele recomendar que bajen de peso. El ejercicio regular y un estilo de vida más activo pueden ayudar a mejorar la enfermedad del hígado graso. Con frecuencia, se recomienda la dieta mediterránea porque esta puede ayudar a mejorar la salud del corazón y reducir la grasa en el hígado. Habla con tu profesional de la salud o busca apoyo adicional si te resulta difícil bajar de peso. También hay opciones de tratamiento médico disponibles que pueden ayudar a tratar MASH, especialmente si los cambios en el estilo de vida por sí solos no son suficientes. Juntos, tú y tu equipo de atención médica pueden crear un plan personalizado para el tratamiento de MASH. Incluso pequeños cambios en tu rutina diaria pueden marcar una diferencia significativa.
Aprende más sobre el tratamiento de MASH y las maneras de aumentar tu actividad física.
Puedes trabajar con tu profesional de la salud para identificar los cambios en el estilo de vida que sean adecuados para ti. Esto puede incluir un plan de control del peso, pero puedes trabajar con tu profesional de la salud con el fin de determinar qué es lo más adecuado para tu situación. Sin embargo, ten en cuenta que todo ayuda; perder solo entre el 3 % y el 5 % de tu peso corporal puede comenzar a reducir el exceso de grasa en el hígado.
Si bien MASH puede desarrollarse incluso en ausencia de consumo de alcohol, la mayoría de los expertos recomiendan que las personas que viven con MASH limiten la cantidad que beben. Consulta a tu profesional de la salud para obtener orientación específica e individualizada sobre el consumo de alcohol.
Si necesitas obtener ayuda para iniciar una conversación, consulta la Guía para hablar con tu doctor.
El empeoramiento de MASH se mide, principalmente, mediante el control del nivel de fibrosis, o cicatrización, en el hígado. Cuando se acumula demasiada grasa en el hígado, se puede producir inflamación. Esto puede causar que las células del hígado se dañen o mueran, lo que puede ocasionar cicatrización. La acumulación de tejido cicatricial se conoce como fibrosis. Mediante revisiones frecuentes con tu profesional de la salud, puedes monitorear tu nivel de fibrosis y analizar posibles ajustes en tu plan de tratamiento.
Consejos para hablar con tu doctor sobre tu plan de tratamiento de MASH.
Aunque puede llevar años avanzar de una etapa de MASH a la siguiente, algunas personas pueden empeorar con más rapidez que otras. De hecho, algunas personas han experimentado una rápida evolución de la ausencia de cicatrización (etapa 0) a la cicatrización avanzada (etapa 3 o 4) en 6 años*. Habla con tu profesional de la salud sobre cómo está evolucionando tu MASH y qué medidas puedes tomar para controlarla.
*Datos combinados de 52 pacientes de diversos estudios.
Considera unirte a un grupo de apoyo para MASH para conocer a personas que puedan identificarse con lo que estás pasando. Escuchar a otros hablar de las luchas y triunfos que han experimentado y compartir los tuyos puede proporcionar ayuda adicional en tu camino con MASH.
Si deseas conectar con la comunidad con MASH, consulta organizaciones como American Liver Foundation, Community Liver Alliance, Fatty Liver Foundation, Fatty Liver Alliance, Global Liver Institute, Liver Education Advocates y myMASHteam.
Contar con apoyo puede ayudarte a sobrellevar la vida con MASH, especialmente cuando se trata de los cambios en el estilo de vida que quieres hacer.
Revisa esta guía diseñada para ayudarte a hablar sobre MASH con tu familia y amigos:
La información proporcionada es solo para fines educativos.